¿PARA QUÉ?…

 

Cada día al levantarme abro mi ventana, respiro aire nuevo, estiro mis brazos, me gusta sentir que pertenezco, sentir que puedo tocar el universo… Hay días brillantes, días claros, nublados, lluviosos, días que detesto, otros días amables, ¡que me encantan! Me doy cuenta de que, así como esos días, me siento yo también. Por momentos, siento ganas de seguir durmiendo, me atrapa la pereza, me asalta el miedo, me visita la tristeza, me reta la rabia; me dejo llevar por la desgana, esta vez no me rebelo, no peleo.

 

Hay días que no me levanto despierta.  A veces no me gusto en el espejo. Otras me despisto, me pierdo. Pienso que “no puedo “que no sé” por dónde seguir.  Siento que he perdido el rumbo, que nada tiene sentido, me desoriento. Por experiencia sé que no voy a dejarme estar en según qué estados, sin tomar las riendas, de ese caballo desbocado, que me invita a su alocada carrera.  Tentación que aceptaría sin más, si no me parara a respirar profundo.  Si no me detuviera a aceptar ese momento, para darme cuenta de qué es lo que necesito.  Para darme permiso, para volver a ser quien soy y hacer lo que quiero.  Me recuerdo a mí misma, que dejarme llevar, hará que me cueste mucho más tomar las riendas, retomar mi camino, vivir lo que anhelo. Es momento de sentir lo que es, de aceptar lo que toca, con el propósito de volver a mí, para construir cada momento, a mi manera, a mi ritmo, a mi tiempo.

 

Cada día me invento, de una manera distinta, aprendo a SER. a disfrutar cada amanecer. Aprendo a agradecer la vida regalada, a valorar la vida construida.  Acepto la vida como es, al tiempo que me doy el permiso y la libertad de vivirla a mi manera.  Cada mañana, desde mi ventana, observo el cielo, le hago un guiño al sol y me entrego a la vida, tal como es, tal como soy.  Agradezco a la vida sus regalos, sus retos, sus desafíos, todos sus momentos. Confío, dudo, quiero, detesto, todo es posible, y es necesario, porque sé que estoy VIVA.  Cada día construyo mis ganas, me doy oportunidad para vivir de nuevo, para hacer de mí y de la vida mi mayor maestra.

 

Hoy en mis primeros pasos del día una pregunta me ha inspirado para escribirme, para escribirte, estas palabras. Para hacerme, para hacerte esta pregunta:

¿PARA QUÉ?…

Sara Cobos Bravo

#TuHaceslaDiferenzia

#TiempoparaSentirnos

¡Bienvenida! ¡Bienvenido!

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