Encargaste tu web a un buen diseñador (o tienes pensado hacerlo). O quizás te la hizo un conocido con habilidades para el diseño y la informática. Pero el tiempo pasa y parece que esa inversión es como tener una tarjeta de visita online que te ha costado muy cara.

Lo de “estar en internet porque hay que estar” es cierto. Pero no de cualquier manera. Cada vez hay más empresas en Facebook, Instagram, con su propia web… y tener todo esto en nuestra empresa ya no nos diferencia del resto. Si no nos diferenciamos, no destacamos.

Y si no destacamos, no vendemos.

Por eso, te propongo que repasemos juntas algunos puntos de tu página web y de tus publicaciones en Facebook e Instagram. Te invito a convertirlas en comerciales de venta 24 horas al día. Mientras, tú te dedicas a lo que mejor sabes hacer: tu trabajo y disfrutar de los tuyos.

¿Te apuntas? Empezamos.

 

  1. ¿Cuánto conoces a tus clientes?

Para vender a alguien tienes que conocer muy bien a esa persona. Y no te hablo de hacer de psicólogo o de conocer a cada visitante de tu web. Te hablo de centrarte en un tipo de cliente: tu cliente ideal.

Piensa en un cliente con el que te haya gustado trabajar. Los dos os sentíais cómodos, contentos con la venta y te pagó encantado de la vida.

Ese es tu cliente ideal. Y sería genial que todos fueran así, ¿verdad?

Pues tengo una buena noticia: hay muchas personas parecidas a ese cliente ideal. Por eso, si descubres cuáles fueron las necesidades o deseos que le llevaron a comprarte, atraerás a más personas como él o ella.

Y, por tanto, a más clientes ideales. Pero vamos a ver cómo se aplica esto a tu web y a tus redes sociales. Porque no es magia. Solo es psicología de ventas.

 

 

  1. Las ventas van de lo que necesitan tus clientes (también en internet)

Todos compramos algo por una necesidad. Y tus clientes también. Por eso, necesitas conocer esa necesidad que les lleva hasta ti.

Si la descubres y hablas de ella abiertamente, atraerás a otras personas en su misma situación. Por eso es importante que preguntes a tus buenos clientes estas 3 claves:

  • ¿Qué problema o deseo tenían antes de conocerte? Averigua qué les llevó a buscarte y comprarte o contratarte.
  • ¿Qué dudas tenían antes de comprarte? ¿Qué les frenaba a comprarte? ¿La falta de tiempo? ¿El dinero? ¿La garantía de tus servicios?
  • ¿En qué les ha ayudado dar el paso de contratarte o comprarte? ¿Qué es lo que más les ha gustado de la experiencia de compra contigo?

Cuando sepas todo esto, podrás enfocar los textos de tu web y tus publicaciones en Facebook e Instagram para atraer a más clientes y mejorar tus ventas.

Te cuento cómo…

 

  1. Escribe tus publicaciones pensando en ayudar a tus clientes.

 

La clave está en hablar a los visitantes de tu web y tus redes sociales de sus necesidades. Escribe sobre cómo se sienten, sobre esa necesidad que tienen y por la que están pensando en contratar o comprar.

Esto hace que conecten contigo. Verán tu empatía y se sentirán más cerca de ti que de tu competencia.

Después, diles cuáles son los beneficios de contratarte. ¿Qué conseguirán? No te centres en lo bueno que es tu servicio, sino en los beneficios para ellos.

Compramos por nuestros propios intereses, no por solidaridad con quien nos vende. Así que, para vender, lo mejor es decirle al otro (con claridad) qué va a conseguir comprándote. ¿Cómo va a mejorar su vida?

La mayoría de las personas buscamos alguna de estas cosas cuando compramos:

  • Ahorrar tiempo.
  • Ahorrar dinero.
  • Mejorar nuestra salud.
  • Sentirnos queridos, admirados, valorados por quienes nos rodean.
  • Conseguir más seguridad (personal, laboral, familiar…).
  • Sentirnos realizados. Cumplir un sueño o un deseo.

Piensa en qué deseo profundo tienen tus compradores al contratarte y habla de eso en tu web, en Facebook, Instagram y todo lo que comuniques desde tu negocio.

 

  1. Diles qué tienen que hacer.

Ahora que los tienes en el bolsillo, diles qué tienen que hacer. Termina tu publicación pidiéndole algo:

“Haz clic aquí para conseguir…”.

“Llama para reservar tu cita…”.

“Déjame un comentario y cuéntame cómo haces tú…”.

Y hazlo siempre de tú a tú. Recuerda que quien te está leyendo está solo delante de su ordenador o su móvil. Eso le conectará más contigo.

Además, pedir lo que quieres es la mejor forma de conseguirlo. Recuerda la frase popular: “el que no llora, no mama”.

 

  1. Olvídate de los tópicos y de tu competencia.

Y para terminar, olvídate de las “frases bonitas” que escribe tu competencia. Expresiones como estas son palabras vacías que no convencen a tus posibles compradores:

“Buscamos la calidad…”.

“Somos referentes en nuestro sector…”.

“X años de experiencia…”.

“Nos diferenciamos porque buscamos la excelencia… con pasión…”.

“Tenemos un equipo multidisciplinar…”.

“Nos adaptamos a las necesidades de nuestros clientes…”.

Todo esto suena muy bonito. Pero, piénsalo, ¿quién podría decirlo? Una zapatería, una fábrica de bombillas y un taller. Da igual. Entonces, ¿cómo se atrae la atención de los clientes con estas frases? No se atrae. Son aburridas y no aportan información útil para quien las lee.

Por eso, lo mejor que puedes hacer es huir de ellas.

¿Quieres que revisemos juntas el enfoque de tus publicaciones o de tu web?

Cuenta conmigo.

Belén Torres, copywriter.

belentorres.com

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