La semana pasada me contaba Bea, una amiga desde la adolescencia que lleva más de 10 años con su floristería, que pese a las previsiones había sido un fantástico trimestre.
Entramos en una tienda de animales a comprar unas chuches su maravillosa Bobtail Cuca y al pagar, como cada vez somos más los que no llevamos dinero encima, lo hizo con tarjeta.
Cuando pagó puso cara de calamidad, y me dijo:
“El 20 de abril ya veremos si no me he gastado el dinero del IVA.”
Mi cara, ya imaginas, perpleja, cómo que ya veremos si no te lo has gastado…
Eso no puede pasar.
No puedes tener el dinero de tus impuestos, tu cuota de autónomo, ni un remanente para los imprevistos de tu negocio, junto con el dinero de tu casa y tu vida personal.
La separación de cuentas es un concepto fundamental en la gestión financiera personal y empresarial.
Y es tan sencillo que ya en muchos casos no necesitas ni siquiera ir a la oficina de tu entidad bancaria.
Solo debes dividir las finanzas en diferentes cuentas para tener un mayor control sobre los gastos y los ingresos.
Y si me apuras un poco, en lugar de dos cuentas tienes tres porque quieres tener una sola cuenta para impuestos, pues aún mejor, que no te pase como a Bea.
Los motivos son puro sentido común, pero a lo mejor con este detalle podrás ver con más claridad lo que conseguirás si lo haces.
Claridad y organización
Separar las cuentas te permite tener una visión clara y organizada de tus finanzas. Si tienes todo en una misma cuenta, puede ser difícil determinar cuánto has gastado en cada categoría de gastos.
Pero separadas puedes identificar fácilmente cuánto has gastado en entretenimiento, alimentos, transporte, etc.
En definitiva mantendrás un control más preciso y a tomar decisiones informadas sobre cómo gastar tu dinero.
Evita confusiones
Cuando tienes todo en una misma cuenta, es fácil confundirte con respecto a cuánto dinero tienes disponible. Si no sabes exactamente cuánto dinero tienes para gastar, puedes terminar gastando más de lo que deberías y dejarte sin dinero para cubrir los gastos necesarios.
Si separas tus cuentas, puedes mantener un registro claro de cuánto dinero tienes disponible en cada cuenta y evitar confusiones.
Control sobre los gastos
La separación de cuentas también te permite tener un mayor control sobre tus gastos. Así puedes asignar un presupuesto específico a cada categoría de gastos, lo que te permite saber cuánto dinero puedes gastar en cada una.
Así evitas gastar más de lo que deberías en una sola categoría y a equilibrar tus gastos para que no te quedes sin dinero al final del mes.
Al hilo recuerda lo importante de tener un presupuesto anual, puedes leer más aquí.
Mejora tu capacidad de ahorro
También puedes tener una cuenta específica para tus ahorros. Al hacer esto, puedes destinar una parte de tus ingresos a esta cuenta y tener un registro claro de cuánto has ahorrado.
Esto te ayuda a tener una idea clara de cuánto dinero estás ahorrando cada mes y te motiva a seguir ahorrando para alcanzar tus objetivos financieros a largo plazo.
En conclusión, piensa en cómo te vas a sentir teniendo la tranquilidad de tener tus finanzas un poco más ordenadas.
Rebeca Galán
Servicios Digitales