Ya sea porque estés buscando una salida a tu situación actual y esta es tu última opción o tu objetivo es convertir tu sueño en realidad, el resultado está claro: te estás planteando emprender tu propio negocio.

Eso es estupendo y te felicito. Emprender es un camino muy enriquecedor en todos los aspectos de tu vida.

Pero antes de lanzarte y dar el primer paso, es necesario que hagas unos reajustes en tu mente, que será tu compañera durante todo este viaje. Para que puedas construir una mentalidad emprendedora poderosa, te cuento en este artículo las 5 claves para que puedas comenzar hoy mismo.  

¿Estás realmente convencido de que quieres emprender?

Antes de ponernos manos a la obra con la mentalidad que necesitas cultivar para emprender, es necesario que hagamos una reflexión. A veces es fácil lanzarse al vacío con un proyecto y la idea de ganarnos el pan de cada día con el pero… ¿realmente es lo que quieres?

No se trata de parálisis por análisis, más bien de concienciarte de todo lo que está por venir y preguntarte si realmente es tu momento ideal para hacerlo. Porque como te imaginas, no va a ser un camino de rosas.

Crear un negocio requiere de algunos sacrificios. Tu nivel de compromiso debe ser férreo, por lo que tendrás que invertir mucho tiempo, especialmente al principio. Además, invertir dinero en él puede significar dejar de hacerlo en otra área de tu vida.

El crecimiento del proyecto también puede convertirse en algo desesperante, especialmente para los más impacientes. En ese momento, la frustración del emprendedor no tarda en aparecer, preguntándonos si realmente están mereciendo la pena todos los esfuerzos.

Otro factor de riesgo es necesitar dinero a corto plazo. Tus expectativas referente a los ingresos que vas a obtener deben ser realistas, ya que no existe ninguna fórmula mágica que consiga rentabilizar un negocio en 2 meses. Todo tarda un poco en llegar. Incluido esto.

Si realmente quieres construir un negocio y lanzarte a emprender, necesitas ser consciente de que pasarás por fases complicadas y por otras más sencillas. Unas serán más incómodas y otras sentirás una explosión de satisfacción. Todo esto forma parte del proceso de aprendizaje y has de tenerlo presente desde el primer momento que te planteas este nuevo camino.

Construyendo una poderosa mentalidad emprendedora

Ahora que ya has tomado la decisión firme de emprender, necesitas construir una mentalidad que te acompañe en el crecimiento de tu proyecto. 

Construir una mentalidad emprendedora es la base para poder tener éxito con nuestra idea. La diferencia entre una persona que emprende y un trabajador por cuenta ajena reside, única y exclusivamente, en su mentalidad.

Puedes comenzar a trabajar en la mentalidad emprendedora con estos 5 pasos:

Abre tu mente

Las creencias limitantes nos paralizan y cierran muchas puertas que estaban abiertas para nosotros. Cuando quieres emprender, necesitas abrir tu mente a nuevas posibilidades: desecha todo lo que te limita y sustituyelo por aquello que te nutre.

Comienza por analizar todo aquello que piensas sobre emprender. ¿Sientes que emprender no te dará los suficientes ingresos? Si así lo piensas, así será. ¿Crees que no sirves para vender? Lo que tu creas, se hará realidad. 

Una de las creencias limitantes más comunes entre los emprendedores es la del dinero. Creencias sobre el dinero tenemos muchas, variadas y adaptadas a cada persona. Ahora es el momento de preguntarte si tus creencias son sanas o no.

Al fin y al cabo, el dinero no deja de ser el fin último que nos mueve a todos. Si tienes creencias negativas sobre él, no permitirás que la abundancia llegue a tu vida. Revisando estas creencias podrás detectar las limitaciones que te autoimpones.

Para trabajar tu mente y tus creencias, no hay mejor terapia que la lectura. Leer abre la mente hacia un mundo de posibilidades, te conecta con nuevas ideas que abren el camino a otras muchas, de manera que cuanto más lees, más preparas a tu mentalidad para este nuevo ciclo.

Cuida tu actitud

La actitud que tenemos frente a la vida marca la diferencia. Seguro que lo sabes. Pero la actitud cuando nos enfrentamos a nuevos proyectos es determinante para saber si tendremos éxito, o no.

Cuidar tu actitud cuando emprendes comienza cuidando de tus emociones. Saber cómo funcionan, el origen y cómo gestionarlas para mantener su correcto equilibrio conseguirá que tu actitud se mantenga estable.

La actitud positiva no es la única que debes cuidar. Es de vital importancia que mantengas controlado el constante bombardeo de pensamientos que recibes, siendo muy consciente que tú no eres tus pensamientos. No te identifiques con ellos, simplemente detectalos, observalos y déjalos ir.

No te tomes todas las cosas a lo personal. Esto ayudará a que tu actitud pueda mantenerse en el tiempo y puedas hacer de la perseverancia casi como un lema en tu vida.

Recuerda que tu objetivo es luchar por tu sueño, y mantener una actitud firme y positiva conseguirá que cada día seas más fuerte.

Confía en ti

La confianza no consiste en pensar que todo va a ir bien y punto. Consiste en saber que así será. Y lo será porque sabes que tienes posibilidades que están a tu alcance, que estás explorando nuevas posibilidades, aprendiendo mucho abriendo tu mente y que tu actitud positiva te ayudará a tomar mejores decisiones.

Aumentar la confianza en uno mismo puede resultar un poco complicado, especialmente si tu autoestima tiene algún que otro arañazo. Sin embargo, se trata del pilar fundamental que va a sostener tu mentalidad emprendedora. 

Para cultivar la confianza, comienza en creer con firmeza en tu proyecto. Toma conciencia de lo que puede hacer por otros, como puede ayudar a solucionar un problema que cambiará más de una vida.

Repitete cada día y las veces que haga falta que si tienes confianza y trabajas duro lo vas a conseguir. Solo tienes que sentirlo dentro de tu mente, para transmitirlo hacia el exterior y así alimentar la confianza en ti mismo.

Equilibrio

Hablando de los sacrificios que tendrás que hacer cuando decidas emprender, te comentaba la inversión de tiempo y energía que requieren un nuevo negocio.

Está bien que dediques unas horas que antes utilizabas para otra cosa, pero ten cuidado. Es fácil caer en la espiral del trabajo en la que solo piensas en trabajar, donde comenzarás a descuidar el resto de áreas en tu vida. 

Y esto, siento que te diga, trae consecuencias muy feas.

No descuides tu tiempo de descanso y mucho menos tu alimentación. Permítete pasar tiempo con los tuyos, salir a dar un paseo y disfrutar de algo totalmente distinto a tu proyecto.

Porque buscar el equilibrio será lo que mantenga tu mentalidad emprendedora fresca, tomando decisiones que te beneficien y atrayendo un millón de ideas nuevas. Pero si caes en el bucle… olvídate. Por un lado o por otro, la situación llegará a ser totalmente insostenible.

Y será entonces cuando todo el esfuerzo que has hecho no servirá absolutamente de nada.

Como última recomendación para construir una mentalidad emprendedora poderosa, es que tengas una hoja de ruta clara con los pasos que debes ir dando. A veces ocurre que no sabemos cuál de los caminos escoger, la idea que será más beneficiosa para nuestro futuro… y nos sentimos totalmente paralizados.

Si sientes que necesitas a alguien que te oriente y te ayude a salir de ese bloqueo en el que te encuentras, recuerda que puedes contar con mi apoyo.

Comienza hoy mismo a construir una mentalidad emprendedora poderosa. Al fin y al cabo, nos pasamos la mayor parte de nuestra vida dentro de nuestra cabeza. ¿No crees que es importante conseguir que sea confortable?

más comunes entre los emprendedores es la del dinero. Creencias sobre el dinero tenemos muchas, variadas y adaptadas a cada persona. Ahora es el momento de preguntarte si tus creencias son sanas o no.

Al fin y al cabo, el dinero no deja de ser el fin último que nos mueve a todos. Si tienes creencias negativas sobre él, no permitirás que la abundancia llegue a tu vida. Revisando estas creencias podrás detectar las limitaciones que te autoimpones.

Para trabajar tu mente y tus creencias, no hay mejor terapia que la lectura. Leer abre la mente hacia un mundo de posibilidades, te conecta con nuevas ideas que abren el camino a otras muchas, de manera que cuanto más lees, más preparas a tu mentalidad para este nuevo ciclo.

Cuida tu actitud

La actitud que tenemos frente a la vida marca la diferencia. Seguro que lo sabes. Pero la actitud cuando nos enfrentamos a nuevos proyectos es determinante para saber si tendremos éxito, o no.

Cuidar tu actitud cuando emprendes comienza cuidando de tus emociones. Saber cómo funcionan, el origen y cómo gestionarlas para mantener su correcto equilibrio conseguirá que tu actitud se mantenga estable.

La actitud positiva no es la única que debes cuidar. Es de vital importancia que mantengas controlado el constante bombardeo de pensamientos que recibes, siendo muy consciente que tú no eres tus pensamientos. No te identifiques con ellos, simplemente detectalos, obsérvalos y déjalos ir.

No te tomes todas las cosas a lo personal. Esto ayudará a que tu actitud pueda mantenerse en el tiempo y puedas hacer de la perseverancia casi como un lema en tu vida.

Recuerda que tu objetivo es luchar por tu sueño, y mantener una actitud firme y positiva conseguirá que cada día seas más fuerte.

Confía en ti

La confianza no consiste en pensar que todo va a ir bien y punto. Consiste en saber que así será. Y lo será porque sabes que tienes posibilidades que están a tu alcance, que estás explorando nuevas posibilidades, aprendiendo mucho abriendo tu mente y que tu actitud positiva te ayudará a tomar mejores decisiones.

Aumentar la confianza en uno mismo puede resultar un poco complicado, especialmente si tu autoestima tiene algún que otro arañazo. Sin embargo, se trata del pilar fundamental que va a sostener tu mentalidad emprendedora. 

Para cultivar la confianza, comienza en creer con firmeza en tu proyecto. Toma conciencia de lo que puede hacer por otros, como puede ayudar a solucionar un problema que cambiará más de una vida.

Repitete cada día y las veces que haga falta que si tienes confianza y trabajas duro lo vas a conseguir. Solo tienes que sentirlo dentro de tu mente, para transmitirlo hacia el exterior y así alimentar la confianza en ti mismo.

Equilibrio

Hablando de los sacrificios que tendrás que hacer cuando decidas emprender, te comentaba la inversión de tiempo y energía que requieren un nuevo negocio.

Está bien que dediques unas horas que antes utilizabas para otra cosa, pero ten cuidado. Es fácil caer en la espiral del trabajo en la que solo piensas en trabajar, donde comenzarás a descuidar el resto de áreas en tu vida. 

Y esto, siento que te diga, trae consecuencias muy feas.

No descuides tu tiempo de descanso y mucho menos tu alimentación. Permítete pasar tiempo con los tuyos, salir a dar un paseo y disfrutar de algo totalmente distinto a tu proyecto.

Porque buscar el equilibrio será lo que mantenga tu mentalidad emprendedora fresca, tomando decisiones que te beneficien y atrayendo un millón de ideas nuevas. Pero si caes en el bucle… olvídate. Por un lado o por otro, la situación llegará a ser totalmente insostenible.

Y será entonces cuando todo el esfuerzo que has hecho no servirá absolutamente de nada.

Como última recomendación para construir una mentalidad emprendedora poderosa, es que tengas una hoja de ruta clara con los pasos que debes ir dando. A veces ocurre que no sabemos cuál de los caminos escoger, la idea que será más beneficiosa para nuestro futuro… y nos sentimos totalmente paralizados.

Comienza hoy mismo a construir una mentalidad emprendedora poderosa. Al fin y al cabo, nos pasamos la mayor parte de nuestra vida dentro de nuestra cabeza. ¿No crees que es importante conseguir que sea confortable?

Lourdes La Calle